Algunos viajeros se alistan para bajar por la duna para bajar hasta la Laguna de los Peces, en el Parque Nacional Lençois Maranhenses, en el nordeste de Brasil. Foto Juan Uribe

Hace dos meses el mundo se frenó en seco a causa de la pandemia causada por el COVID-19. Esta nueva manera de vivir, que nos obligó a distanciarnos de las demás personas y forzó a muchos de nosotros a permanecer encerrados la mayor parte del tiempo en nuestras casas, nos tomó a todos por sorpresa. Viajar después del COVID-19 será un desafío.

Al principio se me hizo difícil acostumbrarme a una nueva realidad en la que mis únicas salidas se convirtieron en bajar la basura hasta el sótano del conjunto residencial en el que vivo y en caminar hasta la portería para recoger los pedidos de mercado.

Sin embargo, al cabo de unos días me acostumbré. Y, además de aprovechar las caminatas hasta la portería para levantar los ojos al cielo y sentir la brisa en la cara, empecé a viajar con la mente a través de la lectura. A mis mellizos de 7 meses les leo cada noche antes de dormirse. Ya terminamos ‘El principito’ y vamos en el quinto capítulo de ‘Las aventuras de Tom Sawyer’.

Algo extraordinario del hábito de leer es la posibilidad de formarse uno mismo en la mente sus propias imágenes de los escenarios y los personajes que se describen en los libros. Esa misma idea la he trasladado al mundo de los viajes y me he preguntado cómo creo que será el turismo cuando sea posible salir de nuevo: ¿Qué tipo de viaje me gustaría hacer con mi familia y cómo quisiera que fuera el turismo en Colombia? ¿Cómo será viajar después del COVID-19?

Probablemente esté pensando con el deseo, pero se me antoja que esta época marcará un antes y un después en nuestras vidas. Imagino, al menos en los próximos dos años, un deseo por explorar los territorios más cercanos al hogar y en viajes cortos que se puedan hacer por tierra.

En mi caso, pienso ir a lugares cercanos a Bogotá donde existe la posibilidad de estar al aire libre, como Chingaza, Villa de Leyva, Guasca y Tabio. Supongo que eso mismo estarán pensando muchas otras personas, adaptando esta idea a sus ciudades. Si alguien vive en Medellín, tal vez quiera ir a Santa Fe de Antioquia; si se trata de una persona que viva en Bucaramanga, probablemente querrá viajar a Barichara.

Los invito a pensar en esos destinos que quisieran visitar apenas se pueda y a reflexionar en cuanto a la manera en que planean hacer esos viajes. Algo queda claro para mí hasta el momento: esta pausa hay que aprovecharla para vivir de una forma distinta.

En las 190 habitaciones de este hotel los viajeros encuentran los implementos necesarios para hacer ejercicio.

Recientemente conocí el EVEN Hotel Miami Airport, que se enfoca en el bienestar de sus huéspedes. Este concepto se refleja, entre otras cosas, en el hecho de que todas sus 190 habitaciones están equipadas con implementos que permiten seguir con la rutina de ejercicios que muchos viajeros se ven obligados a abandonar por falta de tiempo.

En este hotel, sin embargo, todo está diseñado para que sea fácil mantenerse en forma. Casi al lado de la cama hay un tapete para yoga, bandas elásticas, un balón medicinal y una torre para practicar TRX, además de un bloque y un cilindro livianos que sirven para hacer pilates. Incluso, algunas habitaciones están dotadas con bicicletas estáticas. Incluso es posible tomar clases de acondicionamiento físico con expertos como Tony Thomas (@tonythomassports).

Los huéspedes del EVEN Hotel Miami Airport se ponen en forma

Los huéspedes también tienen a su disposición 18 canales en el televisor de la habitación en los que se muestran videos que explican la manera correcta de hacer ejercicios de estiramiento, de resistencia y de fuerza, además de otros de yoga y de pilates.

Aunque todos estos elementos están al alcance de la mano en las habitaciones, el gimnasio permanece abierto 24 horas. Este espacio se destaca porque es tres veces más grande que las áreas que usualmente se dedican al gimnasio en un hotel estándar.

El hotel, que está situado a cinco minutos del aeropuerto internacional de Miami, se destaca por el restaurante Cork & Kale, donde se sirven platos saludables y muy bien preparados con ingredientes como el aguacate, la col rizada, los arándanos y el açaí. h

No puedo dejar de mencionar el excelente servicio y la amabilidad de Auri Velarde, quien trabaja en el restaurante del hotel y fue una gran compañía para mí durante los desayunos. Cuando los empleados de un hotel son tan amables, es obvio que algo muy bueno debe estar pasando allí.

El servicio extraordinario de Auri

Mompox, que hace parte de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, es uno de los principales lugares de Colombia donde se vive la Semana Mayor.

Antiguo mercado de Mompox junto al río Magdalena

Albarrada significa muralla de piedra seca. Ese es el nombre que recibe la calle de Mompox donde vivían las personas más influyentes de esta ciudad, que prosperó desde el siglo XVI hasta mediados del siglo XIX. La prosperidad obedeció a su ubicación estratégica.

Con acceso al río Magdalena, la arteria fluvial a través de la cual Cartagena se conectaba con el resto del virreinato en travesías que duraban meses, Mompox fue fundamental durante la Conquista y la Colonia.

Era un punto intermedio entre el puerto de Honda – que permitía la comunicación con Santa Fe de Bogotá – y Cartagena, desde donde partían hacia Europa el oro y la plata que los españoles sacaban de América. Esa es la razón por la que mercancías, personas y noticias tenían que pasar por aquí.

Mompox en Instagram

Este municipio, que hoy hace parte de la Red de Pueblos Patrimonio de Colombia, vive durante Semana Santa una de sus principales temporadas turísticas. Esto se debe a que allí se realizan procesiones que evidencian el fervor religioso de sus habitantes.

Al igual que celebraciones profundamente arraigadas como las que tienen lugar en Popayán, las de Mompox se remontan al siglo XVI. En 1564 nacieron en Mompox y desde entonces sus calles se adornan en esta época con imágenes que los católicos llevan en andas para recordar la pasión, la muerte y la resurrección de Jesucristo.

El entusiasmo de los momposinos por este acontecimiento religioso se refleja en la Semana Santica, que se lleva a cabo unos días antes de la Semana Mayor. En ella los niños del pueblo muestran su amor por la tradición al participar en procesiones por las calles. Obviamente lo hacen con figuras que no son tan pesadas ni tan grandes como las que cargan los adultos.

El fervor se cultiva desde la infancia

Niños participan en la Semana Santica en Mompox

Parte de la historia de la Semana se puede conocer en Mompox al visitar el taller del maestro Fernando Hererra, restaurador de imágenes elaboradas en cedro que se usan en las procesiones. Su papá, Ángel María Herrera, hizo la mayoría de las figuras que desfilan durante esas festividades. “En las procesiones hay 72 imágenes y póngale que él hizo 40. Algunas de ellas tienen más de 60 años”, comenta el maestro.

Las procesiones terminan en iglesias como la de Santa Bárbara, cerca de la Casa Museo Semana Santica, donde se guardan las imágenes que los niños llevan sobre sus hombros. Cerca de allí está la calle de la Albarrada. Esta vía corre paralelamente al llamado brazo de Mompox, el cuerpo de agua que se desprende del río Magdalena y que sirve de límite entre los departamentos de Bolívar y Magdalena.

Un personaje que inspira alegría

Por La Albarrada es imprescindible caminar para comprender la esencia de Mompox. Este es un destino donde se conservan tradiciones como la de la Semana Santa y que lo conectan con su pasado de esplendor.

Dónde alojarse en Mompox

Un buen sitio para hospedarse en Mompox es el Hostal Doña Manuela. Se trata de una casa del siglo XVII que cuenta con 24 habitaciones amplias y cómodas. Su arquitectura se ha conservado muy bien. Tanto, que las puertas de los cuartos se abren y se cierran con aldabas de hierro.

*Invitación de Fontur

Cerca de Santa Marta a los turistas les espera un plan de conexión con la naturaleza: bañarse en las aguas del río Don Diego, que viene de la Sierra Nevada de Santa Marta. Read More

Un viaje que hice por el Báltico con la naviera de lujo Silversea me vino a la mente al ver la presentación de las nuevas experiencias que propone esta compañía de cruceros. Read More